Diane se encariñó con Kirsty, pero escuchó campanas de advertencia al conocer al dinámico tío de la niña, Nik Channing. Él estaba decidido a que ella meditara sobre su vida, y sobre el nuevo matrimonio e su padres, y poseía cierto magnetismo que a Diane le resultaba difícil de manejar.

Era obvio que Kirsty necesitaba el apoyo de Diane, y ésta no podía fallarle a la pequeña, aunque eso significara luchar contra sus sentimientos... y enfrentarse a Nik.