Darius Speed había preguntado a Kitty si siempre tenía una respuesta para todo, y ella, por supuesto, creía que sí, y por tanto consideró que no tendría ningún problema en el trato con su nuevo jefe para conseguir su verdadero objetivo: demostrar que Darius era el hombre más infame del mundo. Hasta que se enamoró de él y todo cambió. Kitty hubo de afrontar un dilema doloroso... ¿cómo podía dar la espalda al hombre que amaba? Una pregunta que no podía responder...