SALIÓ DE LAS BRASAS PARA CAER EN EL FUEGO

Lucy Webster estaba deprimida. El día de su treinta cumpleaños, era una de las damas de su hermana pequeña, que había tenido la peregrina idea de celebrar su boda al estilo escocés.

Bebiendo champán para reunir el valor suficiente, Lucy tomo una determinación: se desharía de la falda escocesa, que picaba horriblemente, y tendría una aventura con uno de los mejores amigos del novio. Pero debido a un lío de llaves en el hotel, Lucy fue a parar a la cama equivocada, con un hombre apasionado y sexy.

Ian Mackintosh se quedó totalmente sorprendido.... y encantado cuando vio a aquella fantástica mujer en su cama. Soltero y sin compromiso, estaba dispuesto a continuar con la aventura después de la primera noche. Pero Lucy, que tenía una mentalidad más mojigata, se sentía culpable y pensaba que todo aquel asunto era un error. Sobre todo, teniendo en cuenta que el error seguía atrayéndola hacia las sábanas...