La policía Karen Bradford se quedó conmocionada cuando su tía moribunda confesó. La hija de Karen, a la que ella creyó muerta en el parto, había sido dada en adopción. Ella entendía las razones de su tía. Diez años antes, Karen era una adolescente rebelde que debía vivir su propia vida.

Pero ahora, había decidido buscar a su hija. Descubrió que la niña vivía con su padre, el terriblemente atractivo Ross Chandier. Y de repente, Karen no supo a quién quería más; si a su hija o a su querido papá.