Flora Johnson era la chica "Ángel", la nueva cara de una campaña de maquillaje. La agencia necesitaba una cara inocente como la suya y Flora... bueno, ella necesitaba dinero. La empresa insistió en algunas cláusulas muy duras en el contrato: no sexo, no escándalos, y definitivamente, no marido...

Por desgracia, Flora nunca había llegado a divorciarse de Ross Whitney... y la sesión fotográfica iba a tener lugar en una isla del Caribe de su propiedad. El paraíso no era lo bastante grande para los dos. ¿Podría convencer Flora a su marido para que mantuviera en secreto su matrimonio? Difícil, cuando lo único que quería Ross era revivir los mejores momentos de su matrimonio... en la cama.