A la atractiva Gemma le parecía que tratar con Bart Rule sería la única forma de quitárselo de la mente. Aunque rico, de seguro era aburrido.

Pero en vez de hallarlo aburrido, y lejos de realizar el plan que le hubiera permitido conocer lo mejor de dos mundos, Gemma no tardó en comprender que las emociones no pueden controlarse, sobre todo as del amor.

¿Cómo podría recobrar la confianza de Bart, después que él descubrió las intenciones de ella?