Jason consideraba a Alex una niña, pero ella le demostraría lo contrario.

Jason Tarrant no quería tener como pupilo a un adolescente... y menos aún cuando el muchacho que esperaba resultó ser una niña; una estancia en Sudamérica no era el lugar más adecuado para alguien como Alex Durham. Y cuando esta comenzó a rodearle el cuello con los brazos, la situación se complicó.