Sus instintos salvajes la arrastraron hacia un abismo...

Sin duda, Verna se sentía inhibida. Siempre había procurado que su relación con los hombres no pasara de ser amistosa y superficial, y cuando se sentía amenazada por sentimientos más profundos, los prejuicios de su madre surgían para salvarla.

Sin embargo, Verna nunca había conocido a nadie como el dominante y atractivo Ward Levitt. Era verdad, a ella le interesaba conocer a su padre que creyó muerto, pero fue la irresistible personalidad de Ward la que venció su negativa de viajar a Brasil, a pesar de repetirse una y otra vez que lo odiaba.