¿Cómo resistirse a un hombre que no huyó al conocer a su familia?

Cualquier hombre que tratara de convertir una entrevista en una seducción, y que además tuviera el valor de invitarse a sí mismo a cenar, merecía lo que le sucediera. Y Liv James pensaba que el actor Joe Harrington merecía enfrentarse a una buena dosis de realismo. Eso incluía un conejo en la camioneta, un asado ligeramente quemado y, por supuesto, los cinco niños...

Si el asado no le envenenó, el jaleo tendría que haberle vuelto loco... seguramente lo que le gustaba era la novedad. Cuando Joe empezó a hablar de establecerse en Madison, Liv deseó no haberle conocido. ¡Al fin y al cabo iba a pasar por su vida como una estrella fugaz!