Contraer matrimonio no formaba parte de los requisitos de su trabajo, pero la última misión del oficial Tuck Hannigan consistía en hacerse pasar por el marido de una testigo, tan hermosa como vulnerable. Debía proteger a Nicole Currie de una amenaza de muerte y convivir durante días con ella. Pero ante todo, no debía dejarse llevar por la farsa y convertir su matrimonio fingido en uno real.

Nicole Currie quería recuperar la tranquilidad. En lugar de eso, tenía que convertirse en la esposa de Tuck Hannigan hasta que acabara la investigación de un asesinato. Pero al poco tiempo se encontró compartiendo con su atractivo guardián cenas románticas y apasionados besos, y deseando que su peligrosa misión no terminara nunca.