Sharley había dejado que el corazón se impusiera a la lógica al aceptar la propuesta de matrimonio de Spence Greenfield y ahora se estaba divirtiendo, conociendo sus pequeños secretos... Pero encontrarse con Spence en brazos de una mujer semidesnuda la hizo darse cuenta de que él tenía un secreto bastante grande: estaba teniendo una relación con su secretaria... ¡Y sólo ocho días antes de su boda!

Ahora era el momento de utilizar el cerebro. Pudiera ser que no tuviera un marido, pero todavía podía tener una luna de miel...¡sola! Por lo menos, ese era el plan... Hasta que Spence apareció e insistió en que Sharley cumpliera con su compromiso.