J.J. Jensen no podía dar crédito a sus ojos. Su ex jefe, Jack Remington, estaba viviendo en la casa de al lado, y el que fuera un solterón empedernido estaba ahora criando a una niña de cinco años y unos trillizos. El hombre que ella recordaba no era tan delicado y cariñoso, ya que le había robado el corazón justo antes de despedirla implacablemente de su primer trabajo.

Pero ahora Jack no tenía tiempo de revolver el pasado. Se pasaba las noches calentando biberones y deseando tener en su cama a J.J. ¿Por qué no podía ella limitarse a ayudarle a acostar a los niños y luego pensar en cosas más íntimas...?