Romy estaba cansada de no tener un hogar.

Como hija de un diplomático, había crecido viajando alrededor del mundo. Incluso después de terminar la escuela, parecía una mariposa yendo de un lugar a otro, dejando un trabajo por otro… Pero ya había tenido bastante.

Era hora de asentarse, y la casa de campo heredada de su tía abuela, con vistas al Pacífico, cerca de San Francisco, parecía perfecta. Si tan solo su tía abuela no le hubiera dejado también como herencia a su difícil vecino, Chase O'Donoghue, ¡y si tan solo Chase no estuviera resentido por su presencia en la propiedad que él quería para sí mismo!