Lady Fairfax había criado con mucho cariño a sus dos nietas huérfanas, preciosas ambas, pero muy distintas. Mientras que Adele tenía el pelo oscuro y era pálida y dulce, Clairice era una pelirroja temperamental y con cierta propensión a meterse en problemas. En cuanto al matrimonio, Clairice dejaría que su abuela preparase una unión cuando ella estuviese preparada, y que Adele se casara con el estirado lord Ault, a quien ella, por su parte, detestaba.

Pero el destino había trazado sus propios planes.

Atrapados en Francia, en el centro de una inminente invasión a Inglaterra, Clairice y lord Ault debían arriesgar la vida para salvar a los que amaban... y al hacerlo descubrieron muchas cosas que apenas podían sospechar.