LOS CABALLOS Y LAS BOTAS DE MONTAR ERAN PARTE DE LA VIDA DE CUALQUIER VAQUERO… LOS PAÑALES Y LOS BEBÉS, NO

Para Joe Brokett ya era suficiente complicación tener que cuidar de los sobrinos que acababan de quedar huérfanos, pero cuando la bella y delicada Sylvie Smith respondió al anuncio de «Se necesita esposa» y apareció acompañada de su bebé de dos meses, Joe supo que su vida no volvería a ser la misma.

Porque los niños habían conspirado en su contra y habían decidido que necesitaba una esposa como regalo de Navidad. Lo más sorprendente fue que Joe no tardó en rendirse al deseo y… después de acostarse con Sylvie, tuvo que admitir que tenían razón. Pero él no era de los que se casaban…