Durante el día, Desiree Dupree era una periodista de investigación. Pero por las noches escribía novelas eróticas, donde volcaba sus fantasías íntimas.

El misterioso y atractivo escritor Roman Falconer empezó a jugar un papel principal en sus sueños eróticos. Al mismo tiempo Desiree lo investigaba, pues se habían producido unos hechos aterradores en Nueva Orleans y las novelas policíacas de Roman parecían contener alguna respuesta. Roman era también el principal sospechoso, pero Desiree no podía negar la pasión que sentía por él.

Desiree tenía que conocer la verdad. Pero eso significaba recorrer la estrecha frontera entre el deseo y el peligro...