Kelsey sabía que su abuelo tenía una opinión bastante tradicional acerca del lugar que debía ocupar una mujer; a pesar de ello, no estaba preparada para la última treta del anciano. ¡O bien se casaba con Brant Harcourt, el brillante abogado, o la herencia que le correspondía por derecho se subastaría!

Obviamente, Brant se prestó al juego pues tenía mucho que ganar. Sin embargo, ¿qué podría obtener una joven sentimental como Kelsey si se ataba a un hombre sin sentimientos como él?