No sólo le había robado la libertad, sino también el corazón

La vuelta del ex marido de Drew a la ciudad, representaba para ella una amenaza, así que la invitación que unos viejos amigos le hicieron para que fuera a Alemania a visitarlos cayó como llovida del cielo. Nunca se hubiera imaginado que el ser la hija de un prestigioso científico norteamericano podría acarrearle tantos problemas, ¡y mucho menos que iba a verse envuelta en una delicada situación en Alemania Oriental!

Rolf Erhardt deseaba escapar, y cuando Drew se cruzó en su camino, vio en ella su pasaporte para la libertad. ¡Ninguno de los dos, ni Drew ni Rolf, se dio cuenta de que la necesidad que tenían de romper los lazos del pasado jamás podría compararse al ardiente deseo que sentían el uno por el otro!