Si las miradas mataran...

El antiguo agente de los servicios secretos Alex Stone era lo mejor de lo mejor, por eso le pareció tan fácil hacerse pasar por el dignatario extranjero Thomas Barde. Eso sí, convencer a todo el mundo de que la ruda y escandalosa Melusine Brand era en realidad Katerina, la femenina prometida de Thomas e hija del presidente de Tantilla era algo muy diferente. Y aunque Alex estaba acostumbrado a realizar ese tipo de misiones, le resultaba muy difícil esconder lo que había entre Melusine y él.

Físicamente, Melusine podría ser la hermana gemela de Katerina, pero ahí terminaban los parecidos, algo que Alex agradeció cuando la misión empezó a complicarse. Mientras se las veían con los terroristas en mitad del desierto, Alex comenzó a preguntarse si lo que había entre ellos tendría algún futuro, o si al menos lo tenían sus vidas.