Se había perdido muchas cosas de la vida...

Por eso, a los treinta y siete años, la enfermera Janey McBride estaba sufriendo un problema de adolescente: cómo conseguir que el chico nuevo de la ciudad se fijara en ella. Estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de borrar aquella tristeza de los maravillosos ojos del doctor.

Reilly Jones estaba acostumbrado a tener que quitarse a las mujeres de encima y al principio pensó que Janey no era más que otro buitre. Pero lo sorprendieron su belleza y su dulzura. Ella quería que alguien le enseñara a amar, mientras que él necesitaba aprender a vivir de nuevo. Quizá pudieran llegar a un acuerdo... ¿Podría el amor ser parte del trato?