Georgia estaba decidida a no dejarse seducir por Wes Hayden... pero fracasó y las consecuencias fueron terribles. Ahora iba a hacerlo pagar por ello. Pero los besos de Wes la enloquecían, y la venganza no era lo único que sabía dulce.

Wes era un hombre que nunca había pedido nada a nadie, y Georgia quería cambiar eso. Quería que se sintiera tan atrapado como ella... pero cuando el insistió en casarse para legitimizar el hijo que Georgia esperaba, ésta no supo quién estaba atrapando a quién.