Cuando Alex era una niña asustada y solitaria, las circunstancias familiares la obligaron a irse a vivir al rancho de los McLaren, Scott cuidaba de ella, y era tan vital como atractivo, por lo que la pequeña creció idolatrándolo. Pero Alexandra se hizo mayor, descubrió que tenía otras ambiciones y abandonó a Scott, dejando atrás la vida que habían llevado juntos…

Ahora iba a volver a casa. Necesitaba un lugar donde recuperarse después de sufrir un accidente y Scott sabía que a pesar del daño que le había hecho, no podía dejarla sola. En aquel momento lo necesitaba, pero Scott temía que volviera a abandonarlo en cuanto se recuperara. A menos que encontrara una forma de retenerla.