Sara Winchester, famosa y bella cantante folklórica, encontraba difícil decidirse. A punto de dar el paso fundamental de casarse con un hombre encantador, sumamente adecuado y que formaba arte de su propio mundo -además de estar profundamente enamorado de ella-, Sara vacilaba. ¿Por qué?

La causa de su titubeo debía buscarla en su pasado, retrocediendo seis años, hasta un mundo enteramente diferente. En esos tiempos Sara había sido apenas algo más que una gitana, vagando con su padrastro por las salvajes latitudes del río Orinoco, en Venezuela. Ella se hubiera sentido feliz de continuar para siempre esa vida, pero todo cambió cuando murió su padrastro, dejándola al cuidado de otro, pero muy distinto, vagabundo: Jonathan Logan.

Cualquiera fuese la suerte que el futuro podía depararle, Sara comprendió bien pronto que entre ella y su guardián se había forjado un vínculo que ya nunca podría romperse.