Le gustara o no, Luke la había marcado y jamás podría liberarse de él.

Flair Pattison fue a Australia a visitar a su padre, no con intenciones de enamorarse y menos del tenorio Luke Seager, quien una vez que besaba a una mujer, ésta quedaba marcada para toda la vida... como dolorosamente descubrió Flair por experiencia propia.

Cierto, Luke también le pidió que se casara con él, pero... demasiado tarde, ella empezó a sospechar que sus motivos para hacerlo habían sido por convenir así a sus negocios, no por amor. En esas circunstancias, ¿cómo podría Flair enfrentarse con éxito a la amenaza de la frívola Roxanne Ryan?