Gustav de Leeuw necesitaba una esposa a como diera lugar. Y Carolina, por presiones de familia, se encontraba desesperada por conseguir dinero, así que Gustav y Carolina celebraron un convenio y se casaron. Se trataría de un matrimonio temporal y Carolina daba por hecho que su unión era únicamente de nombre.

Las circunstancias le demostraron que se había equivocado, pues Gustav intentaba hacerla su esposa en todo el sentido de la palabra sin reparar en los sentimientos de la joven. ¿Cómo podría ser un hombre tan frío y calculador?