Sintiéndose deprimida y solitaria desde su divorcio, Erin solía soñar despierta que encontraba un amante y entonces, sonó el teléfono. Suponiendo que la voz grave y melodiosa pertenecía a su hermano, Erin no dudó en ponerse a charlar tranquilamente... ¡Hasta que se dio cuenta de que aquel hombre ingenioso y encantador que estaba del otro lado de la línea era un total desconocido!

Un total desconocido que siguió telefoneándola...

Sus conversaciones eran tan íntimas y reveladoras que Erin comenzó a sentirse más unida a él que a ningún hombre que hubiera conocido antes. Era su amante de fantasía. Sin embargo, cuando le pidió que se vieran cara a cara ella sintió miedo. ¿Estaría la realidad a la altura de sus sueños?