El Mayor Ian Sinclair sabía por propia experiencia que la guerra podía tener efectos insospechados sobre los hombres. Pero ser nombrado tutor legal de la hija del hombre responsable de truncar su carrera, y casi su vida misma, era algo que quedaba más allá de toda explicación posible. Sin embargo, Anne Darlington se convirtió en responsabilidad suya, y él empezó a desear un futuro en el que ya había dejado de creer.