Una vez, Meriel amó a su poderoso hermanastro, Ramón Ortiga, pero él la rechazó sin piedad. A través de los años, ella maduró como mujer y destacó en su profesión de reportera.

Ahora, por motivos familiares, Meriel tuvo que regresar a Venezuela y al rancho Ortiga. Ramón seguía tan arrogante como siempre y ella, a pesar de intentarlo, no podía negar la atracción que existía entre ellos. ¿Cómo podría él darle felicidad, si la hermosa Consuelo Sandoval aún trataba de conquistarlo?