Keri Burke no siempre había tenido miedo de los hombres. Pero ahora, sola y embarazada, la propietaria de K.B. Temps no estaba dispuesta a averiguar en quién podría volver a confiar. ¿Por qué Ryan Kincaid, un apuesto y exitoso hombre de negocios, no quería aceptar la negativa de la muchacha?

Por alguna razón, ni su fracaso matrimonial, ni su dificultoso embarazo, ni su desastroso error, parecían importarle. Keri sabía perfectamente bien que un hombre como Ryan Kincaid solía cumplir sus objetivos, y eso representaba peligro. Lo último que deseaba en su vida era un ángel guardián. Especialmente si se mostraba tan irresistiblemente dulce y perversamente sensual.

A pesar de ella, Ryan estaba restituyéndole la vida. Él era gentil y se interesaba por ella. ¿Por qué le resultaba tan difícil creer que Ryan era el hombre en quien podía confiar con todo su corazón?