"¡Permítete una calaverada!"

Ella nunca había soñado que haría caso de semejante consejo, pero el hombre que la siguió por las desiertas playas de South Padre era robusto, apuesto y... arrogante. Ella echó mano del arte de la autodefensa para deshacerse de él, quien volvió para sumergirla en una semana de vacaciones de enloquecido abandono.

Ninguno había hecho mucho caso de los datos personales así que, sin previo aviso, su amante de vacaciones reapareció en su camino presentándose como Nate Chandler, presidente de Chandler Oil. Durante el breve período en el que estuviera en la judicatura, la hermosa jueza Elizabeth McBain, sumamente independiente, había debito tomar importantísimas decisiones, pero... ¿cómo haría ahora para enfrentarse a ese hombre que la había cautivado durante una semana y que ahora reclamaba la custodia de su corazón de por vida?